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CARLOS GARDEL Y MONTEVIDEO

Carlos Gardel y José Razzano se habían conocido en 1911 y ya formaban un dúo de renombre cuando, a mediados de 1915, el empresario teatral uruguayo Manuel Barca, personalidad bien conocida en la capital oriental, quien les hizo una oferta para actuar en Montevideo.

Gardel y Razzano, sorprendidos, vacilaron antes de aceptar.

Los jóvenes recibieron la oferta, incrédulos e inseguros.

Julio César Puppo, destacado historiador montevideano relató el episodio en los siguientes términos:




“En eso llega Gardel: es un mozo gordo, redondo.

-‘¿Al menos tendremos para volver a Buenos Aires?’

Es una frase histórica: pensaba si conseguirían para el pasaje en aquel tiempo, que costaba tres pesos ida y vuelta, con derecho a cena y desayuno. Había gente que hacía el viaje nada más que por comer. Sin embargo estos muchachos se inquietaban ante la incertidumbre. Es que una experiencia muy dura pesaba sobre ellos. Y Barca, que también había sido educado en la rigurosa escuela de la calle, lo entendió en seguida.

-‘¿Cuánto quieren ganar?’- les pregunta.

Los hombres se miran entre ellos, meditan un instante, al cabo del cual se expide Razzano:

-‘Con franqueza, dígame: ¿Cincuenta pesos por día es mucho pedir?’ (Se trataba de pesos argentinos).

-‘¡Ustedes no saben lo que valen!’ -contesta Barca sinceramente conmovido. Y el trato quedó cerrado".

(‘Ese mundo del bajo’, Julio César Puppo. Montevideo, 1966. Editorial Arca).



Llegaron a Montevideo, donde fueron recibidos como primeras figuras: la ciudad empapelada con sus retratos y un amplio programa de actividades; recepción en el puerto, desayuno, entrevistas con la prensa y una actuación reservada para personas influyentes.


El 18 de junio de 1915 debutaron en el Teatro Royal, que estaba situado en la calle Bartolomé Mitre entre Buenos Aires y Reconquista, frente a la manzana del Teatro Solís. Lindaba con el cabaret “Royal Pigall”, en la misma cuadra donde estaban el café “Zunino” y el “Viejo Café Victoria”. En los años ’50 el Royal se convirtió en el cine “Mitre” (hasta el 28 ene 1946), reabriendo el 1 feb 1946 como sala de cine “Hindú”, (género erótico y porno), siendo cerrado el 9 ene 1970. Luego, en estado ruinoso, su estructura fue removida y en el lugar se habilitó un área de estacionamiento judicial (hay varios juzgados contiguos y a una cuadra está la Oficina Penal Centralizada del Poder Judicial).

Gardel y Razzano se presentaron en el Royal vestidos de smoking, detalle que evidencia la importancia que otorgaban los cantores a la elegancia en el vestir para presentarse ante el público uruguayo. Con aforo completo, el público reiteradamente les pidió la repetición de los temas, gritando “Tocate otra, Carlitos”.

Al terminar la función, Gardel estaba profundamente emocionado.

Desde entonces, se sintió en Montevideo como en su propia casa, donde se hizo parte de una barra de amigos y volvió a cantar reiteradamente. También iba al fútbol, que le gustaba bastante. Era hincha de Racing de Buenos Aires y de Peñarol en Montevideo; dijo en una ocasión que simpatizaba por los aurinegros “Porque son más del pueblo”.


FÚTBOL, BOX Y TURF

A veces, viajaba expresamente desde Buenos Aires a presenciar las peleas de Andrés Míguez, boxeador apodado “El príncipe del ring”. Iba también a las riñas de gallos; disfrutaba del turf y era infaltable en Maroñas.

Se alojaba en hoteles de categoría como el ‘Cervantes’ (ahora Esplendor-Cervantes, en Soriano 868 del “Barrio Literario” de Montevideo); el ‘Lanata’ (en la calle Sarandí, frente a la Plaza Constitución) y otros similares de la época.

José Antonio Piendibene, entonces gran maestro amateur del fútbol uruguayo, protagonizó un encuentro especial con Carlos Gardel. Fue el 18 de julio de 1926.

El Espanyol, de Barcelona, estaba de gira en el Río de la Plata, donde llegara trayendo “refuerzos” de otros equipos peninsulares: Esparza (del Tolosa); Cubells (del Valencia); Urquizu (del Osasuna) y Quesada, Escobal y Félix Pérez (del Madrid).

El principio de la gira fue en Buenos Aires, con dos partidos frente a Boca Juniors. El primer encuentro lo ganó el Espanyol (1-0). La revancha terminó en empate (1-1). Luego, otro empate frente a la Selección Argentina (2-2) y, tras ser derrotado en Rosario, el Espanyol cruzó el Plata haca Montevideo, para jugar con mayores equipos locales: Nacional y Peñarol.

El 14 de julio el Espanyol ganó al Nacional por 1 a 0, siendo entonces el imbatible Ricardo Zamora Martínez “El Divino”, un arquero legendario, su gran figura.

El duelo con Piendibene aumentó la expectativa. ‘El Maestro’ versus ‘El Divino’ era la gran pulseada; el partido Peñarol-Espanyol quedaba opacado ante la presencia de estas dos estrellas del fútbol mundial de los años veinte.



En la tribuna oficial del Parque Central estaba Carlos Gardel, uno de los testigos del que sería el gol más memorable de los 253 que convirtió Piendibene con la aurinegra y la prensa recordaba como lo festejó el ‘Mago del Tango’.

Piendibene, “El Maestro”, recibió un pase en profundidad. Tras burlar a los dos centrales, amagó a Zamora hacia la derecha, este se lanzó al ángulo y vio sorprendido como la pelota no se había movido del pie de Piendibene. La impresionante agilidad de Zamora le permitió lanzarse al palo contrario, pero ya hacía un segundo que ‘El Maestro’ había mandado la redonda en dirección al palo contrario, batiendo al genial guardameta español que, aún así, rozó la esférica.

Lo recordaba años más tarde, en 1956, el ABC de Madrid: “No quitamos ni ponemos una coma. No hay nada de nuestra cosecha. Los recortes, inextinguible pozo de noticias, están a nuestro lado. Y en ellos leemos en la titular: ‘A treinta años de otra hazaña gloriosa’. El texto nos recuerda la emoción del estadio ante el gol. Y cita a otra figura inolvidable: Carlitos Gardel, que se alzó trémulo ante el disparo, y gritó su júbilo con sus mejores tonos de voz. Después, en aquella noche memorable, Carlitos Gardel, ‘identificado con el gol de la gloria’, entregó y dedicó al jugador Piendibene, don José, nada menos que el tango ‘Farabute’, del que es autor Antonio Casciani”. ¡Casi nada!” (ABC de Madrid, del miércoles 8 de agosto de 1956, pag. 32)

En 1921, estando en Montevideo visitó el hipódromo de Maroñas, donde estaba trabajando su amigo, el cuidador Francisco Maschio, conocido como "El Brujo de Olleros" (por la calle porteña de Palermo en la que vivía), entrenador de caballos purasangre y compañero de andanzas del cantor.

Maschio le presentó al jockey Irineo Leguisamo.



Pasaron unos años y Gardel quiso tener su propio caballo, aún contra la voluntad de Maschio.

Fue en 1925, en el Tattersal de Palermo, donde saltó la oportunidad y Gardel hizo su oferta por “Lunático”, un alazán tostado de buena estampa nacido en el haras bonaerense “Ojo de Agua” el 25 de septiembre de 1922, hijo de “Saint Emilión” y “Golden Moon”, que estaba reponiéndose de un golpe.

El primer stud de “Lunático” fue el “19 de abril” y la chaquetilla de las primeras carreras era entonces naranja y verde a rayas horizontales, con mangas y gorra verdes.

Debutó el 26 de abril de 1925, en 1.200 metros con la monta de “Legui”. Salió tercero y el placé fue de $ 5,20. El jueves 21 de mayo volvió a correr en los 1.500 metros, fue el favorito y ganó por el pescuezo, dando sólo $ 2,65. El jueves 11 de junio, hizo su tercera presentación para ganadores de una o dos carreras, saliendo segundo a medio pescuezo. Tres días más tarde, con Maschio buscando derrotar a su reciente vencedor, “Tagore”, “Lunático” volvió a correr, cruzando el disco en tercera posición, a tres cuerpos. El esfuerzo fue grande y más de diez meses estuvo fuera de las carreras.

En 1926 volvió a las pistas y sobre once carreras salió primero en cinco y tuvo dos segundos puestos. Para el debut de ese año, el 2 de mayo, cambió el color de chaquetilla y se mudó al stud de Maschio, “El Yeruá”, de San Isidro, con los colores oro viejo y gorra lila.



“Lunático” también fue llevado a la República Oriental de Uruguay corriendo en varias ocasiones en el hipódromo de Maroñas.


A fines de la década de 1920-1930 Gardel acostumbraba frecuentar el chalet Villa Yeruá, en la calle Rimac 1371, esquina a la Rambla (ahora O’Higgins), en la zona de Playa Malvin, a pocos metros de la playa por donde actualmente está la casilla de Guardavidas de Playa Malvin Este. El chalet era propiedad de Francisco Maschio quien, tras las carreras en Maroñas, llevaba a “Lunático” a reponerse a las arenas y aguas de Malvín.



La zona residencial de la Rambla, con playas sobre el Río de la Plata, resultó del agrado de Gardel, que comenzó a considerar la posibilidad de comprar algún terreno por allí.





1933 AGENDA APRETADA. RADIO CARVE


A fines de setiembre de 1933, Gardel arribó nuevamente a Montevideo donde realizó varias presentaciones en el viejo Teatro 18 de Julio (ahora sala de la Cinemateca 18), situado en la central avenida del mismo nombre, entre Yaguaron y Yí.

El 5 de octubre de 1933 Gardel, que ya era una destacada personalidad artística, ofreció un “recital privado” al entonces presidente de facto de la República Oriental del Uruguay, José Luis Gabriel Terra, familiares y allegados en su residencia de la avenida Agraciada y Capurro, en El Prado montevideano. La invitación fue coordinada por su amigo Ricardo Bonapelch.



El mismo día, 5 de octubre de 1933, se estrenaba en el Cine Real, de calle Esmeralda 425 (entre Lavalle y Corrientes), de Buenos Aires, la película "Esperáme", protagonizada por Gardel junto a Goyita Herrero, Jaime Devesa, Lolita Benavente y otros. Dirigida por Luis Gasnier, la filmación se realizó en algo más de tres semanas en los estudios de Joinville, París, entre octubre y noviembre de 1932.

El viernes 6 de octubre, el zorzal criollo actuó en los estudios de CX16 Radio Carve, que entonces estaban en la casona del antiguo Jockey Club, frente a la plaza del Entrevero (Plaza Ing. Juan Pedro Fabini), en la Avda. 18 de Julio 1024, entre Julio Herrera y Obes y Río Negro (aproximadamente entre las actuales Sala Zitarrosa y el local de comidas “La Pasiva”).


Un mar de gente se agolpó frente a la radio e inmediaciones, llegando a hacerse imposible el tránsito por la 18 de Julio.

En el Estudio A de Radio Carve, el locutor Juan Carlos Pesce anunció a Gardel, en el espacio auspiciado por ‘Yerba Armiño’. Acompañado por sus guitarristas Guillermo D. Barbieri, Horacio G. Pettorossi, Ángel Domingo Riverol y Domingo Julio Vivas, Gardel comenzó su presentación interpretando el tango “Cobardía”.



Contados eran los que escuchaban dentro del estudio. Estaban allí:

‘Pintín’ Castellanos (Horacio Antonio Castellanos Alves), pianista, compositor, letrista, director de orquesta; Uno de los grandes músicos uruguayos dedicados al tango, amigo de Gardel.

Pedro Bernat ‘Perico’, amigo y representante de Gardel en Montevideo

Ramón ‘El loro’ Collazo Patalagoiti, pianista y compositor

Raúl Fontaina (Alejandro Raúl Fontaina D'Oliveira), periodista y precursor de la radio y la TV uruguaya, hermano de Roberto Fontaina D'Oliveira que fuera diplomático, empresario, letrista y comediógrafo uruguayo, autor varios exitosos tangos, como ‘Garufa’, ‘Niño bien’ y ‘Mama...¡Yo quiero un novio!’

El bandoneonista Gentile.

El actor francés Louis Jouvet (Jules Eugène Louis Jouvet), con vasta trayectoria en América Latina.

La señora Teresita Lacanau, del conjunto de radioteatro Pedro Beco y Teresita Lacanau (Radio Carve).

Caruso fotógrafo del diario montevideano ‘El Día’.


Afuera, un gentío agolpado en la calle, escuchaba a través de los altavoces que el equipo técnico de la emisora había instalado previendo la masiva concurrencia popular.

Gardel tenía muchos admiradores… pero muchas más admiradoras. Las chicas, enardecidas (tanto o más que las actuales fans de los recitales), a los gritos, arañaban los vidrios de la puerta grande del patio de la radio.

Siguió después con el pasillo colombiano “Mis flores negras”; el tango “La uruguayita Lucía”; la zamba “Por el camino”; el vals “Parlez moi d’amour”; el tango “Acquaforte”; la canción campera “Insomnio”; el tango “Buenos Aires” y algunos otros temas durante una hora de canciones en vivo.

Para el sábado 7 de octubre, tenía que realizar una actuación privada en el Club Uruguay, de la calle Sarandí. No la hizo. Había recibido una carta que le enviaran pacientes internados en el hospital Fermín Ferreira (para enfermos de lepra) situado entonces donde ahora se encuentra el Montevideo Shopping Center. Los enfermos expresaban su admiración y el deseo de que los visitara.




Sin dudar, Carlos Gardel canceló inmediatamente la actuación privada quedando, en consecuencia, sin los ingresos que percibiría y, pese al riesgo de contagio, ese 7 de octubre fue, con sus guitarristas, al Fermín Ferreira, donde los enfermos vieron que su sueño se hacía realidad.

‘El Día’ el viejo diario de José Batlle y Ordoñez, publicó una fotografía de Gardel y sus guitarristas en el Hospital Fermín Ferreira, con el título “Llevó el fervor de su canto a la mansión del dolor” y un extenso pie de foto, casi una reseña, que dice:

“Fue en una tarde no lejana cuando CARLOS GARDEL, el elegido del triunfo, se abrió cancha entre los halagos de la fortuna, desanudó el abrazo del gran público, y con sus tres guitarreros tomó en silencio el camino del Hospital Fermín Ferreira, para llevarle el fervor y la esperanza de su canto a los cautivos de la mansión del dolor. Quiso que sus violas rompieran, en un clamor armonioso, el obscuro silencio de esa casa, y que su voz, que siempre fue de los humildes y los sufrientes, flameara como una bandera de ilusión y de bravura, dentro de las frías salas donde gimen, en la larga noche de su desencanto, seres que el viento de la derrota azotó en las encrucijadas de la vida. Y allí cantó Gardel para quienes sentados a la orilla del gran camino, han afinado sus almas en la emoción resignada de la partida... Y para ellos tuvo su corazón gaucho los mejores acentos, lejos del aplauso brillante de la multitud, que no podrá valer nunca tanto como la gratitud de una doliente mirada.”

En esos días Gardel también llegó al estudio fotográfico Silva (de José María Silva Fernández), el célebre fotógrafo uruguayo originario de la aldea de Montillón, parroquia de San Andrés de Souto, La Estrada, Pontevedra /Galicia, situado en la calle Rondeau 1509, casi esquina Uruguay.





El mismo mes de octubre realizó una breve y rápida gira por el litoral, pasando por las ciudades limítrofes (con Argentina) de Salto, Paysandú y Mercedes. Las últimas presentaciones de Carlos Gardel en Uruguay fueron las del sábado 27 y el domingo 28 de octubre de 1933, en el Teatro Macció, 18 de Julio esq. a 25 de Mayo, frente a la plaza de los Treinta y Tres Orientales, en la ciudad de San José de Mayo, cabecera del departamento San José.

La presentación del 6 de octubre en Radio Carve de Montevideo, fue la única ocasión en la que Gardel cantó en una radioemisora uruguaya. Existiendo una versión, difundida en “Crónicas de un Salto Desconocido”, de Alberto J. Eguiluz, refiriendo que Gardel lo hizo también días más tarde –el 24 de octubre de 1933- ante el micrófono de CW27 Boulevard Broadcasting, en la ciudad de Salto, capital del departamento homónimo, situada –río Uruguay por medio-frente a Concordia (Entre Ríos/Argentina), cuyos estudios estaban entonces en la casa situada en la Avda. José Batlle y Ordóñez 2320; una casa más que centenaria, con gran puerta de madera al medio y ventanas con balcones estilo francés, que aún existe al lado del local comercial de ferretería, sanitarios y artículos para el hogar de Ferramat S.A., en la Avda. Batlle esq. a José Raffo. La radio funcionaba en el sector izquierdo y en el derecho estaba la vivienda del propietario Ernesto Popelka y familia.

La presentación en la radio se dio en el marco de la visita de Carlos Gardel y sus guitarristas al Salto Oriental, entre los días 23 y la tarde del 25 de octubre de 1933, alojándose en el Gran Hotel Concordia, de Irigoyen y Castro Hnos., situado en la calle Uruguay 749, entre Amorin y Grito de Asensio (conservándose aún parte del antiguo y tradicional edificio como hostería 3 estrellas). Carlos Gardel ocupó la habitación 32; Horacio G. Pettorossi la nº 26; Guillermo D. Barbieri, 25; Ángel D. Riverol, 20 y Julio Vivas la nº 19.

Se presentaron en el Cine-Teatro Ariel, (entonces una de las salas de la cadena del empresario cinematográfico y discográfico Max Gluksman, titular del sello Disco Nacional-Odeón, que identificaba en Argentina, Brasil y Uruguay los productos de Industrias Eléctricas y Musicales Odeón, S.A, la actual EMI Music Argentina). El Ariel estaba situado en la calle Uruguay entre Grito de Asencio y Dr. Francisco Soca; vale decir, a una cuadra del hotel yendo hacia Plaza Artigas. Penco, el gerente en Salto, ante la oportunidad que se le presentaba para hacer caja, disparó el precio de las entradas, elevándolas considerablemente con relación a las de las funciones “normales”. A nivel popular esos tiempos no eran económicamente buenos, con trabajo escaso y salarios que apenas permitían la subsistencia; no todos podían pagar el precio de la entrada.

Así fue que la sala del Ariel no llegó a ser ocupada por el público ni en la mitad. Afuera, se concentraban los que no pudieron entrar, esperando poder escuchar algo y quizá ver en algún momento al ídolo. Gardel, al ver esto, encaró a Penco y tras breve e informal charla, las puertas se abrieron para que todos entraran gratis.

Si bien no se conoce en detalles lo acordado, es probable que Gardel haya renunciado a una parte importante del bordereaux (recaudación que se reparte) que le correspondía; una reacción propia de él. Las puertas se abrieron la sala se llenó e incluso Gardel dedicó un tango a “…los que entraron de jeta..”, una expresión con su sello personal.

En diciembre de 1933 también llegó a Salto Libertad Lamarque, realizando una presentación en Boulevard Broadcasting.

Posteriormente, al comenzar la segunda guerra mundial (septiembre de 1939) Popelka vendió la estación de radio a Luis Batlle Berres y Juan M. Gestoso (abuelo de Jorge Gestoso, quien mucho después sería una figura destacada de la CNN en español), pasando éste a ser el director de la emisora que cambió la denominación por la de Radio Tabaré. Hoy mantiene el mismo indicativo, siendo la CW27 Radio Tabaré que emite por AM 740 Khz. con estudios en la calle Lavalleja 22, e/ Uruguay y Artigas, de Salto. (En directo, escuchar cliqueando sobre la denominación de la radio precedente).




EL CHALET DE GARDEL

De vuelta en Montevideo, el lunes 30 de octubre de 1933, Carlos Gardel concretó la compra al Banco Popular del Uruguay de tres solares de terrenos sitos en la 10° Sección Judicial de Montevideo, tomando posesión de ellos. Los tres solares fueron fusionados y formaron una superficie de 1.800 metros cuadrados y el precio fue de $ 8.310.- Firmando la escritura del caso en la escribanía de Carlos Büsch Buero, en Montevideo, con Armando Delfino como testigo.






Los terrenos están cerca de la playa La Mulata, en Punta Gorda, con frente a la calle Pablo Podestá 1421 (entonces calle Uno), a unas tres cuadras y media de la playa. Tenía como finalidad hacer construir una casa sobre ellos. Distaban unas 30 cuadras (algo más de 3 kilómetros, en automóvil) del chalet Villa Yerúa, de su amigo Maschio.

En una segunda escritura, pasada ante el mismo escribano Busch Buero el mismo día, Carlos Gardel confiere poder especial al señor Ricardo Bonapelch, uno de sus mejores amigos montevideanos, a fin de que en su representación otorgue los contratos de construcción del edificio (que luego se conoció como “El chalet de Gardel”), que nunca llegó a ver terminado.

Posteriormente fueron varios los propietarios del mismo.


Su madre, Berthe Gardes, fue declarada heredera de Carlos Gardel y el 7 de diciembre de 1935, en Buenos Aires, ante el escribano Felipe T. Ibáñez, cedió sus derechos hereditarios a Máximo Arana, casado con Julia Iñiguez, domiciliado en calle Cerrito 425 de la ciudad de Montevideo.

El 2 de diciembre de 1935, en Montevideo, Ricardo Bonapelch vendió a los mismos Arana-Iñiguez, las construcciones existentes en los terrenos, pagándose $15.000.- por las construcciones.

Como en la sucesión de Gardel solo fue incluido el terreno, debieron realizarse dos operaciones y dos escrituras: una cediendo los derechos hereditarios sobre el terreno y otra vendiendo las construcciones, en el estado en que se encontraban en ese momento.

El 5 de noviembre de 1937, Máximo Arana, cedió al Dr. José Gregorio Lissidini Cuadrado, casado con Ana Bayardo y a Carlos Alberto Saint-Upéry Turienzo, por partes iguales los derechos hereditarios y les vendió las construcciones, todo por el precio de $20.000.-

El 14 de octubre de 1943, Lissidini y Saint-Upéry vendieron la propiedad a la Sociedad Comercial Colectiva “Passeggi y Compañía” por el precio de $28.000.- De ellos, se pagaron $11.1341,02 reteniéndose $15.258,98 para pagar una deuda hipotecaria, según liquidación del Banco Hipotecario.

Según escritura del 7 de enero de 1948, la Sociedad Comercial Colectiva citada vendió a “Passeggi Sociedad Anónima”, la misma propiedad por $62.350.-, siendo pagado el precio con acciones de dicha Sociedad, parte en acciones fundadoras y parte en acciones ordinarias.

El 15 de octubre de 1951 fue adquirida por el Estado uruguayo, según escritura de esa fecha, pasada ante el Escribano de Hacienda Elia Longo, en la suma de $85.000 que se pagaron al contado en ese acto. La parte vendedora fue la firma “Passeggi Sociedad Anónima”, representada por los Sres. Ramón Palermo (Presidente) y Leandro Passeggi (Secretario), con domicilio en Avda. 18 de Julio 2025, de Montevideo.


El inmueble fue destinado a la “Comisión Nacional de Educación Física”, representada en la escritura por el presidente de la misma, don Luis Franzini, según decreto del 6 de agosto de 1951.

Allí funcionaron una colonia de vacaciones, luego una escuela de primaria y hogar estudiantil.

En 1990 se resolvió su actual destino inaugurándose el “Primer Centro Nacional de Rehabilitación y Recreación Casa de Gardel” el 8 de febrero de 1995.

Es el primer y único centro público de rehabilitación para personas discapacitadas del Uruguay. Algunos suelen confundirlo con una institución privada.



"MIS FLORES NEGRAS"

El pasillo colombiano “Mis flores negras cuya letra escribiera Julio Flórez, musicalizado por el mismo y con arreglos de Félix Scolati Almeyda, fue uno de los temas musicales que el viernes 6 de octubre de 1933 en los estudios de CX16 Radio Carve (Montevideo), interpretara Carlos Gardel, con las guitarras de Barbieri, Pettorossi, Riverol y Vivas, quienes lo habían llevado al disco poco antes, en Buenos Aires el 12 de junio de 1933, para el sello Odeon, registro 18886 B, matriz e 7452.


La matriz 7452 con este pasillo colombiano interpretado por Gardel y sus “escobas”, fue re-prensada en los EE.UU., por Decca Records Inc. Registro 20195 A.


Cabe tener presente que “Mis flores negras” ya había sido grabado por Gardel en Buenos Aires, el 24 de marzo de 1922, para Disco Nacional Odeón, registro 18066-A, matriz 1105-1; acompañado en guitarras por José ‘el Negro’ Ricardo y Barbieri; siendo Ricardo autor del arreglo.


Se puede escuchar en la grabación argentina del 12 jun 1933 cliqueando sobre la siguiente imagen:



© Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires


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