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6 de octubre de 1934: Proclamación del Estado Catalán

El 6 de octubre de 1934 el presidente de la Generalidad de Cataluña, Lluís Companys i Jover, proclamaba en Barcelona el Estado Catalán, dentro de la República Federal Española.


El hecho encuadra dentro del movimiento producido por la entrada de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el gobierno de la Segunda República Española (Revolución de octubre de 1934), en virtud de sus resultados en las elecciones generales de noviembre de 1933. Siendo conocidos en la historia de Cataluña como “hechos del seis de octubre”.

Desde el balcón de la Generalitat, dijo Companys entonces: “En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del parlamento, el gobierno que presido asume todas las facultades del poder en Cataluña, proclamando el Estado Catalán de la República Federal Española…”

La llegada de la crisis económica había precipitado la caída de la Monarquía en 1931, un régimen tocado de muerte tras el derrumbe de la dictadura de Primo de Rivera. La República, de la mano de socialistas y los republicanos, fue incapaz de dar salida a las aspiraciones de las masas: tierra para los campesinos, mejoras para los obreros/as, libertades democráticas individuales y colectivas, derecho de autodeterminación para las naciones, fin de los privilegios de la iglesia, libertad para las colonias como Marruecos, entre otras.

El 9 de septiembre de 1932 fue aprobado el Estatuto de Autonomía de Cataluña por 314 votos a favor (todos los partidos que apoyaban al gobierno, más la mayoría de los diputados del Partido Republicano Radical), con 24 en contra y unas 100 abstenciones.​ El presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, lo firmó el día 15 de septiembre en San Sebastián.

Por el artículo 1º del Estatuto de Autonomía de Cataluña “Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español. Su territorio es el de las provincias de Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona en el momento de aprobarse este Estatuto”.

Este estatuto es también conocido como Estatuto de Nuria, por haberse redactado su anteproyecto en la habitación 202 del hotel del santuario de la Virgen de Nuria, situado en un valle pirenaico dentro de los límites del municipio de Queralbs, en la provincia catalana de Gerona.

Con él, Cataluña lograba lo que no había obtenido durante la campaña autonomista catalana de 1918-1919, cuando se llegara a presentar en las Cortes (monarquía de Alfonso XIII) un proyecto de Estatuto que ni siquiera llegó al debate.

Tras la frustración del primer gobierno, en las elecciones de noviembre de 1933 ganó la derecha, de la mano de la CEDA y los radicales de Lerroux, en el llamado Bienio Negro. Era una evolución similar a lo ocurrido en Italia (Musolini) y más tarde en Alemania (Hitler). El fascismo se extendía por Europa para salvar al capitalismo herido.

En Catalunya, donde naciera la Alianza Obrera, se agrupó la mayor parte de la izquierda política y sindical, sin la participación de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) ni del PCE (Partido Comunista de España). La Alianza Obrera llamó a la huelga general revolucionaria del 5 de octubre; la no implicación de la poderosa CNT fue determinante para la derrota de la huelga.

Bajo la presión social, Companys proclamó el 6 de octubre de 1934 el “Estado Catalán dentro de la República Federal Española”.

Contemporáneamente se producía la Revolución de Asturias, levantamiento de origen obrero que tuviera lugar en Asturias, en octubre de 1934; formando parte de la huelga general revolucionaria y el movimiento armado organizado por los socialistas a nivel nacional para toda España, hecho que se conoció con el nombre de Revolución de Octubre de 1934.

Se produjo la represión por parte del Gobierno de la República, desplegándose tropas nacionales sobre Barcelona y diversos puntos de Cataluña.

La posición de las burguesas Lliga Catalana (de Cambó), apoyando la represión y de Unió Democrática de Catalunya no apoyando a Companys, hicieron el resto.

El 7 de octubre de 1934, el General de la Cuarta División Domingo Batet, capitán general de Cataluña, comunicaba la declaración del estado de guerra, que tuviera lugar la noche anterior, por orden del Gobierno de la República.

....

La represión del Gobierno central llevó al encarcelamiento de Companys y la suspensión de la Autonomía.

Durante la intervención militar encabezada por el general Batet, comandante en jefe de la IV División Orgánica, Companys fue detenido junto con todos los integrantes del gobierno catalán, siendo encarcelados a bordo del buque "Uruguay", que fuera requisado para cumplir la función de prisión, fondeado en el puerto de Barcelona. Allí se los mantuvo recluidos hasta el 7 de enero de 1935, siendo trasladados a la cárcel Modelo de Madrid, para someterlos a juzgamiento por ante el Tribunal de Garantías Constitucionales.

Todo un desastre para la autonomía catalana.

El 7 de octubre, aún bajo el estado de guerra, Batet designó al coronel de Intendencia Francisco Jiménez Arenas presidente accidental de la Generalidad.

El 2 de enero, las Cortes aprobando una ley, suspendieron el estatuto de autonomía, siendo nombrado un gobernador general para Cataluña, asumiendo las funciones del presidente de la Generalidad y de su consejo ejecutivo.

Amadeu Hurtado, presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña trató, en el mes de noviembre, de encontrar una solución que salvase el autogobierno catalán del procesamiento de sus dirigentes, proponiendo que la presidencia de la Generalidad, en ausencia de su presidente y del presidente del parlamento, fuese ocupada por el vicepresidente, Antonio Martínez Domingo, de la Lliga Regionalista. Companys desautorizó cualquier posible arreglo, impidiendo cualquier tipo de colaboración por parte de Esquerra Republicana.

Juzgados por ante el Tribunal de Garantías Constitucionales por rebelión, Companys y sus consejeros fueron condenados el 6 de junio de 1935 a treinta años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta, por diez votos a favor y ocho en contra.

Companys y los consejeros Comorera y Lluhí fueron trasladado al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz). Los demás consejeros fueron alojados en la cárcel de Cartagena.

La derrota fue el preludio para el enfrentamiento decisivo entre las clases que se iba a dirimir a partir de 1936, con la guerra civil.

Pese a todo ello, Companys fue candidato del Front d'Esquerres en las elecciones de febrero de 1936 por la circunscripción de Barcelona-ciudad, siendo elegido diputado.

El Frente Popular triunfó en las elecciones del 16 de febrero de 1936 y poco después llegó la amnistía.

Manuel Azaña Díaz formó gobierno el 19 de febrero y presionado por los tumultos y manifestaciones exigiendo que los presos de octubre fuesen liberados, el presidente del Consejo propuso a la Diputación Permanente de las Cortes la amnistía, aprobándose el decreto-ley el día 21, impartiéndose las instrucciones para que la urgente liberación de presos. Esa misma noche fueron puestos en libertad Companys y sus compañeros Comorera y Lluhí, en el penal del Puerto de Santa María.

En ruta hacia Madrid, pasaron la noche en Córdoba, y el día siguiente, se reunieron en Ocaña (Toledo) con los otros cuatro consejeros, que llegaban procedentes de Cartagena, encontrándose también con amigos y familiares que habían viajado desde Barcelona para recibirlos; llegando a Madrid esa noche. ​

Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la toma de hecho del poder en Cataluña por las milicias anarquistas, Companys hizo cuanto pudo para limitar el efecto de la violencia desatada en la retaguardia republicana, que arrojara un saldo de miles de víctimas.

Durante toda la guerra encabezó el Gobierno de Cataluña tratando de mantener la unidad entre los partidos y sindicatos que le apoyaban. Fue imposible, debido a las tensiones entre comunistas y socialistas agrupados en el Partido Socialista Unificado de Cataluña con los anarquistas de la Confederación Nacional del Trabajo, apoyados estos últimos por el POUM.

Tras el triunfo franquista en la batalla del Ebro, comenzó la ofensiva sobre Cataluña el 23 de diciembre de 1938.

El 3 de enero las tropas franquistas pasaron el Ebro y las tropas republicanas se batieron en retirada, sin poder establecer una línea de resistencia efectiva.

El 15 de enero cayó Tarragona Barcelona era bombardeada día y noche por la aviación franquista.

El 20 de enero Companys dirigió un mensaje radiofónico al pueblo catalán pidiendo una postrera resistencia a las tropas franquistas que avanzaban sobre Barcelona.

El 21 el presidente del Gobierno, Juan Negrín López, en una reunión convocada con urgencia, le comunicó que Barcelona era indefendible y que en pocos días sería irremediablemente ocupada.

El 22, Negrín ordenó que los organismos estatales abandonaran Barcelona y se dirigieran a Gerona y Figueras.

Companys salió de Barcelona a las tres de la madrugada del día 24.

El 26, la vanguardia franquista tomó Barcelona.

Acompañados por algunos consejeros, Companys llegó el 30 de enero a la mas Perxés d'Agullana, una masía catalana que había sido confiscada por la Generalitat de Catalunya para acondicionarla como refugio de guerra; situada en la comarca del Alt Empordà, provincia de Gerona, apenas a cinco kilómetros de la frontera por una carretera de montaña (evitando la aglomeración de refugiados en La Junquera).

El 4 de febrero se reunió allí con lehendakari José Antonio Aguirre, su amigo, que se había desplazado desde París a Cataluña para organizar la evacuación de las oficinas del Gobierno de Euzkadi en Barcelona y de los refugiados vascos, prometiéndole a Companys acompañarle en su salida al exilio.

El 5 de febrero abandonaron el país los ex presidentes Manuel Azaña y Diego Martínez Barrio, acompañados por Negrín. Horas después les siguió una comitiva formada por Companys, Aguirre y altos cargos de la Generalidad y del Gobierno Vasco.

Al no contar con recursos propios, el exilio catalán estuvo supeditado a la ayuda económica del SERE (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles) presidido por Negrín o de la JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles) de Prieto.

Ya en Francia, tras pasar por Perpignan, Companys se trasladó a París, donde estaba su esposa, Carme Ballester, ​ instalándose en el Boulevard de la Seine cerca de la modesta representación que la Generalidad había establecido en la Rue Pepinière.

Una de sus primeras decisiones en el exilio fue formar la Fundación Ramón Llull para proteger la lengua y la cultura catalana, en marzo de 1939; institución que fue dirigida por prestigiosos exiliados como el catalán Pompeu Fabra y el andaluz Pablo Picasso, presidente de honor de la sección de artes plásticas. ​

Con la derrota francesa ante la Alemania nazi y la firma de la capitulación, el matrimonio Companys quedó en la zona ocupada.

Tras la caída de París en manos de los alemanes (14 de junio de 1940), el embajador español de Franco en Francia, José Félix de Lequerica, solicitó a las nuevas autoridades que todas las organizaciones de exiliados españoles e instituciones políticas fueran disueltas y, con la colaboración de las autoridades alemanas, el personal de la embajada se incautó de todo el patrimonio de dichas organizaciones.

Además, el 8 de agosto las autoridades de la zona de ocupación alemana recibieron una lista con 800 nombres de españoles para su detención y entrega a las autoridades franquistas.

Lluís Companys fue detenido el 13 de agosto de 1940 por agentes de la policía militar alemana, en una casa de La Baule-les-Pins, localidad próxima a Nantes.

El 29 de agosto de 1940 lo entregaron a los franquistas, siendo ingresado a España por Pedro Urraca Rendueles a través de la frontera de Irún.

Urraca Rendueles, castellano originario de Valladolid, donde naciera el 22 de enero de 1904 fue un policía franquista conocido por ser el jefe de operación de la represión organizada por la dictadura de Francisco Franco para eliminar a las principales autoridades de la Segunda República en el exilio.

Companys fue llevado a la Dirección General de Seguridad, en Madrid, donde fue torturado y se lo mantuvo hasta el 3 de octubre de 1940. Luego, se lo trasladó al castillo de Montjuic (Barcelona), utilizado entonces como prisión.

Allí, el 14 de octubre se sometió a Companys a un consejo de guerra, asignándosele como defensor de oficio al capitán de Artillería Ramón de Colubí y Chánez, nativo de Barcelona, cuya actuación estuvo limitada por las circunstancias y no pudo hacer mucho. ​

Como Companys había sido juzgado en rebeldía en aplicación retroactiva de la Ley de Responsabilidades Políticas por un tribunal especial de Barcelona, sólo fue juzgado y sentenciado por “Adhesión a la rebelión militar”, en una única jornada por un tribunal militar sumarísimo sin garantías. Tras el juicio que duró pocas horas, fue sentenciado a morir fusilado.

El dictador Franco dio el “enterado” y el fusilamiento tuvo lugar al alba del día siguiente, 15 de octubre de 1940, en el foso de santa Eulalia del castillo de Montjuic.

Companys no quiso que se le pusiera una venda en los ojos y murió exclamando “Per Catalunya!” (¡Por Cataluña!).

En la década de los noventa, el alemán Helmut Kohl y el francés François Mitterrand pidieron perdón en nombre de sus respectivos países por haber colaborado en la detención y deportación de Lluís Companys.

En junio de 2013 Esquerra Republicana de Catalunya interpuso querella en Argentina contra el Estado español, con motivo de los crímenes del bando franquista contra cargos republicanos.

El capitán de Artillería Ramón de Colubí y Chánez, defensor de Companys, abandonó el ejército en 1947 con el grado de comandante. Decepcionado por el régimen franquista, emigró a Venezuela en 1950. ​ Para entonces, estaba casado con Mercedes Recoder González, hija banqueros catalanes establecidos en Argentina y tenía dos hijos y dos hijas: Mercedes, José María, Santiago y María Luisa.

En Venezuela comenzó realizando trabajos no especializados consiguiendo más tarde, hacia 1952, un empleo como ingeniero en el Ministerio de Fomento (los egresados de la Academia de Artillería de Segovia, como lo era él, obtenían también el título de ingeniero industrial del ejército) y se convirtió en un experto en metrología, siendo el responsable de la adaptación horaria de Venezuela a la normativa internacional. ​ Murió en Caracas el 10 de junio de 2007 a la edad de 97 años.

No hace mucho pudo acreditarse que el abuelo de Companys (Ramón María de Jover i de Viala) era primo hermano de la abuela de Colubí y Chánez (Maria de l'Assumpció de Viala i Masalles); probablemente ni ellos mismos sabían de esta relación cuando el destino los vinculara con motivo del proceso militar tras el que Companys sería fusilado.


PRENSA:

Los hechos en "La Vanguardia", de Barcelona.

Sábado 10 de septiembre de 1932: El Estatuto de Autonomía (incluyendo el texto íntegro).

Martes 9 de octubre de 1934: Jornadas trágicas. El alzamiento y la lucha armada entre las fuerzas de la República Española y la Generalitat.

Se puede leer y/o descargar cliqueando sobre la siguiente imagen:


© Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires



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