top of page

16 de agosto: aniversario de la Asociación Suiza Guillermo Tell

La Asociación Suiza Guillermo Tell / Schweizer Verein Wilhelm Tell fue fundada el 16 de agosto de 1874, en Colonia Esperanza (Santa Fe /Argentina).

El edificio, conocido como Chalet Suizo, fue inaugurado en 1891.



INMIGRACIÓN SUIZA EN ARGENTINA

A partir de la entrada en vigencia de la Constitución de la Nación Argentina, en 1853, inmigrantes de distintos orígenes comenzaron a llegar y radicarse a la República Argentina. La primera corriente migratoria organizada fue la de origen suizo.

El 15 de junio de 1853 el colonizador salteño Aarón Castellanos, oficial que fuera de los ejércitos de don Martín Miguel de Güemes, firmó contrato con el gobierno de la provincia de Santa Fe, representando al entonces gobernador Domingo Crespo, a los fines del acto, don Manuel Leiva, ministro de gobierno de la provincia. El objeto del mismo, que fue el primer contrato de Colonización Agrícola de la provincia de Santa Fe, fue fundar colonias agrícolas con inmigrantes europeos.

Los trabajos de mensura e instalación de la Colonia Esperanza se iniciaron el 5 de setiembre de 1855.

La antigua Colonia Esperanza (actual Esperanza, en el departamento Las Colonias, Santa Fe) es hasta hoy una ciudad emblemática de aquella corriente migratoria, reconocida desde 1861 como "Primera colonia agrícola" argentina.

La presencia de la inmigración suiza en la temprana colonización agrícola se materializó en 1856, cuando se fundaron los primeros establecimientos agrícolas de real significación en el proceso de la transformación agraria de las llanuras pampeanas: Baradero (provincia de Buenos Aires) y Esperanza (provincia de Santa Fe).

Mas tarde, entre agosto de 1857 y fines de 1859, los inmigrantes suizos crearían y poblarían cuatro colonias más.

Once emigrantes pioneros, con sus respectivas mujeres e hijos (totalizando unas 50 personas) se embarcaron el 29 de octubre de 1855 en el puerto de Amberes (Bélgica), en el velero ‘Le Progrès’.

Para entonces, los colonos de Castellanos para Esperanza, esperaban impacientes en Dunkerque (en el norte de Francia) su partida.

El 6 de enero de 1856, ‘Le Progrès’ llegaba a Montevideo. "Como este buque tenía que demorarse allí, se trasladaron a bordo de una goleta, llegando el 8 de enero de 1856 a Buenos Aires, y como no venían dirigidos a persona alguna, tenían que informarse, y para evitar mayores gastos, alquilaron una casita en el Paseo de Julio."

Trabaron relación con Germán Frers, quien encontró a los inmigrantes suizos "bajo los árboles, a orillas del río", cerca de la entonces llamada Alameda de los Ombúes, un sector del Paseo de Julio flanqueado por ejemplares de esa herbácea gigante (ahora Avda. Leandro Além). Con la propuesta de Frers quedaron casi a la par (si prescindimos de la extensión de los respectivos terrenos) de los colonos de Castellanos, cuyos primeros barcos anclaban por esos días en la rada de Buenos Aires.

El 3 de febrero de 1856 llegaron los 46 integrantes del primer grupo de suizos a Baradero y al día siguiente se inscribió el acuerdo por el cual “han empezado por hacer estas donaciones a varias familias suizas, por fracciones de doscientas varas de frente y trescientas de fondo en el sitio denominado Rincón de Arrecifes”. (Juan Schobinger, 1957: 55), cedidos por el viejo sistema de la enfiteusis.

Allí, las diez primeras parcelas de 3,40 hectáreas cada una, formaron la primera “Colonia Suiza”.


El primer contingente de emigrantes para la Colonia Esperanza, integrado por 147 personas, había partido el 9 de noviembre de 1855 desde el puerto de Dunkerque, en el norte de Francia, en el velero británico ‘Kyle’ de Bristol, arribando al Río de la Plata hacia el 16 de enero de 1856, demorándose en Montevideo.

Fue así que se le adelantó el ‘Lord Raglan’, que había salido también de Dunkerque, el 28 de noviembre de 1865, transportando 206 adultos y 68 niños.

El domingo 20 de enero de 1856 entraba al puerto de Buenos Aires el ‘Lord Raglan’, comenzando el trasbordo de sus pasajeros al buque ‘Asunción’. El miércoles 23 de enero arribaba el ‘Kyle’, cuyos pasajeros trasbordaron apresuradamente al ‘Asunción’, que zarpó el mismo día rumbo al puerto de Santa Fe, donde arribó el 25 de enero. Desde allí llegaron a Esperanza los primeros colonos el día 27, donde indios y criollos continuaban construyendo ranchos.

El domingo 20 de enero, día de la llegada el ‘Lord Raglan’ con el grupo de emigrantes llegados a la Argentina en primer término, Félix Frías director del periódico El Orden, de Buenos Aires, publicaba sus reflexiones sobre la inmigración, que comenzaba en los siguientes términos: “Cuando vamos a la orilla de nuestro río y contamos los buques anclados en él con las banderas de todos los países del mundo; cuando nos damos cuenta de la riqueza que nos traen y de la que llevan, de los hombres que llegan a nuestro país en busca del trabajo, garantido por la paz, que ofrece cómodos y abundantes medios de subsistencia a las numerosas familias que abandonan el suelo europeo tan cargado de población, y vienen a llenar los inmensos vacíos de nuestro territorio, sentimos renacer la esperanza abatida por el doloroso espectáculo que presentan estas repúblicas de Sudamérica...”

Tal vez uno de los aspectos más interesante del informe de Jakob Sommer-Geiser, designado por el gobierno del Cantón de Berna (del cual provenía parte apreciable de los colonos) como Comisario para vigilar las condiciones en que se desenvolvía el viaje de los emigrantes, es la descripción que se hace de Suiza de esa época, donde se explican las condiciones sociales y económicas que impulsan a los suizos a emigrar a América del Sur.

Refiriéndose a Suiza decía: “Hace años ya, todos los días se oyen solamente quejas sobre el aumento del pauperismo, falta trabajo de toda clase y salarios dignos (...) Brotan en todos los lugares mendigos callejeros y niños adiestrados para tomar los escasos bienes con que cuentan los transeúntes. (...) Entonces aparece también otro consejero (...) con la idea de las emigraciones...”

Tengamos en cuenta que en Suiza, el período 1845-1855 se caracterizaba por una crisis en todos los órdenes. Además de la intranquilidad político-social y religiosa (que originó la guerra civil, afortunadamente breve, de 1847), se registraron malas cosechas, la baja en los precios de los productos agrarios, progresiva desocupación en la industria textil a raíz de los adelantos técnicos, crecientes clausuras aduaneras en los estados vecinos, entre otros hechos desfavorables. Los campesinos recibieron duros golpes a raíz del aumento del comercio internacional y de la competencia extranjera (introducción del ferrocarril en 1847). De ahí el mal panorama referido en el informe.

Refiriéndose posteriormente a Sudamérica y a la Argentina: “Presentan la imagen de Sudamérica como el lugar que (...) ofrece ciencia e industrias, un campo rico, los mejores metales. Tierras extensas, leguas de hermosas tierras, riqueza oculta en el suelo que requiere fuertes brazos y manos para activar la producción.”

“Es la hermana República Argentina: esa república honesta invita a ser visitada y colonizada, con trabajadores fuertes. Esa república ofrece de verdad un salario digno, algún empleo de algún trabajo auténtico, invita con nobleza a un pequeño esfuerzo”.

Con esas palabras describía el parlamentario helvético el gesto del gobierno argentino invitando a los suizos a emigrar.

Entre agosto de 1857 y fines de 1859, los inmigrantes suizos en Argentina crearían y poblarían cuatro colonias más.

Actualmente la comunidad suiza en Argentina es la más numerosa de Latinoamérica.


Ländlermusik (Hudigääggeler), expresión musical suiza

Desde el cantón de Valais, llega el ritmo musical del Ländler con Genderbüebu (cuarteto suizo de Schwyzerörgeli), con más de dos décadas de trayectoria musical; con "Bärgliebi", tema de una de sus últimas producciones video musicales.

La canción folclórica, la música folclórica y las danzas populares y de disfraces fueron influenciadas en la Suiza cuatrilingüe por sus propias regiones lingüísticas y también por los países vecinos.

La Ländlermusik está popularmente comprendida en la voz suizo alemana (Schweizerdeutsch) “Hudigääggeler”, que coloquialmente es aplicable a éste género de música folclórica, típico y tradicional de la Suiza de expresión alemana. Actualmente, éste ritmo, de origen campesino, también se toca en el área del Tesino / Ticino (cantón de expresión italiana), en la Suiza francófona y en el sudoeste, en la zona del cantón de los Grisones / Graubünden, área del retorromano o grisonés.

Además de las melodías, la voz Ländler se aplica también a la música de baile rural que evolucionara desde la segunda mitad del siglo XIX hasta principios del siglo XX.

El Schwyzerörgeli y el acordeón son los instrumentos dominantes en la generación sonora de la melodía. Los instrumentos de viento metálicos fueron prácticamente desplazados de las formaciones populares hacia mediados del siglo XX.

El Schwyzerörgeli (en suizo alemán "órgano suizo" u "órgano Schwyzer"), también conocido como “Handörgeli”, es una variante del acordeón diatónico utilizado para la ejecución de la música folclórica suiza. Se trata de un instrumento semejante a la tradicional “verdulera” de dos o tres hileras, usadas por los “musiqueros” (sobre todo, los intérpretes del chamamé) del litoral argentino o la “gaita-ponto” del sur de Brasil, de los músicos gaùchos brasileños.





© Enrique F. Widmann Miguel / IberInfo-Buenos Aires




Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

bottom of page